Bajo los portales
de la vieja plaza
aguardo a que vengas
y se me agite el alma.
Con tu gracioso porte
y el rostro de hada,
nubecillas de vaho,
añil en las casas.
En el reloj de la torre,
la impaciencia gana.
Necesito verte hoy
y buscar en tu mirada.
Bajo los portales
mis ojos se empañan:
hoy tampoco llegaste.
Un lamento hasta el alba.