La última luz en el barrio se acaba de apagar
y mientras unos duermen otros salen a buscar;
en su calle unos metros más allá,
cada noche yo espero a que ella pueda escapar.
E. Urquijo.
Escapé de la tormenta torrencial de una vida rápida y efímera para resguardarme al trascacho del sosiego y, desde allí, contemplar esta tierra que me vio nacer. Y comprender que mi legado serán sus imágenes.